SINOPSIS
Líneas invisibles separan los espléndidos centros urbanos de las grandes extensiones de ladrillo visto y toldo verde. En una de esas fronteras, la que separa Barcelona de L’Hospitalet, se encuentra el Collado, una casa de comidas que sirve platos de escudella y fricandó a los trabajadores del barrio de Collblanc. Son los años noventa de la Barcelona exultante y olímpica, pero el Collado sigue siendo un negocio familiar que necesita del trabajo de todos sus miembros. Para el narrador niño (y luego adolescente) la barra del bar es una atalaya desde la que observar las miserias y virtudes de una parroquia entre la que hay prostitutas, mafiosos de medio pelo y perdedores de todo tipo. También es la carga que impide a su familia disfrutar de una normalidad con la que sueña, su maldición.
Carles Armengol utiliza su experiencia como niño de bar, camarero involuntario y observador perspicaz para dar forma a un texto híbrido que es a la vez novela, estudio sociológico y diario personal. Un texto que disecciona, a través de la tragicomedia y el costumbrismo, las relaciones de amor-odio que generan todas las maldiciones familiares.
NOVEDAD NARRATIVA
A principios de los noventa en Collblanc solo había dos tipos de adolescentes. Los que cursaba la E.G.B en el San Ramón subvencionado de monjas, versus los que iban al del mismo nombre, pero público.
Ambos separados por una verja metálica y unidos por la sacristía de la iglesia por una puerta diminuta, de hierro forjado, de la época de los templarios.
No me preguntéis como recuerdo eso, quizás es solo una forma de romantizar como nos conocimos el hijo pequeño del collado y yo, la pequeña de la corsetería Celma.
Ellos hacían el menú a muchos de los trabajadores del mercado, cuando viernes y sábados permanecía abierto todo el día.
En casa dábamos sustento a pechos frondosos, y enfajábamos carnes que hoy en día, y gracias al cambio sociocultural ya viven en libertad. En la suya, las alimentaban.
El caso es que ambos crecimos rodeados de carne… Y eso, señorxs, une.
Un día nos conocimos a través de esa verja. Él quería liarse con una de mis amigas y a celestina no me gana nadie. Aquello no resultó, pero nuestra amistad quedó forjada como aquella puerta que antes comentaba.
El menú del sábado de nuestro Collblanc, el de antes de que las grandes “suficies” nos robaran las esquinas, las que en aquella época pertenecían a nuestras quedadas.
Hemos crecido juntos en intervalos separados, en vidas y países distantes. Pero nuestros audios siempre incluirán un “cari” y un “guarra”, que por mucha distancia que tengamos se sentirá cerca.
Solo tenéis que leer cuatro posts de su instagram veréis como os engancha su sarcasmo y humor castizo. Este libro solo es el comienzo amigo, porque llevas brillando desde antes de que lo hicieran los neones del Pacha.
Gracias, amigo @escarlesjohansson
Gracias a @cdaura y Adela por esta maravilla de colores Old School. No me digáis que la cubierta no es una brutalidad…
Y a @colectivobruxista por por rechinar sus máquinas.
Así que por el orgullo que siento, os invito a disfrutar de la novela, hoy la empiezo y no la voy a soltar hasta que la acabe, ¡bebamos una barretja para celebrarlo! Si estáis en Madriles, buscarlo, porque anda firmando por ahí.
Para el resto nos vemos por los bares. Quedamos en la parada de metro de Collblanc, salida Camp Nou, Salut*!
by Lara C. Cakmak (Best_22_Witches)