Barcelonesa, nacida en el año del mundial del 82’ el del naranjito, vivida juventud en los 90’s, diseñadora e intento de criminóloga, amante de los animales, de los tatuajes de tintas bonitas, de la lectura, el cine y del arte.
Me gusta soñar más que vivir, porque vivir lo que sueño sería complicado, aunque no lo descarto…, vivo mucho y tengo mucha iniciativa, pero si no lo niego… la mayoría de las veces se queda solo en eso…
Me gusta despertarme temprano para desayunar y volverme a dormir con la panza bien llena.
Me gusta acostarme tarde viendo series y luego ver todas esas caras con cuerpos mezclarse entre mis miles de sueños, después del desayuno si no me he dormido y me cruzo con alguien, le cuento mis descabellados sueños y pesadillas. Me gusta leer lo que significan.
Me gusta separar los guisantes del arroz y me gusta mezclar el primer plato con el segundo para comérmelo todo junto.
No me gusta la verdura, ninguna, y no me gusta el agua, solo cuando muero de sed o se me reseca la garganta.
Me gusta mi perro Hades, me gusta su olor y acariciarle el lomo, me gusta saber que me quiere y ver la bondad de sus ojos. Me gusta el color chocolate del dorso y el color vainilla del abdomen y darle besitos en la parte interior del cuello.
Me gusta la lluvia, me gusta escucharla y verla desde la ventana del trabajo o de casa, pero no mojarme, a veces creo que soy un Gremlin y podría mutar.
No me gusta cuando alguien abre un paraguas dentro de casa o da vueltas a las cosas en la mesa, soy supersticiosa, mucho.
Me gusta mi trabajo y la gente con la que trabajo.
Me gustan las fresas y hundir la nariz en delicioso té (turco).
Me gustan las bebidas energéticas y la comida basura. Me gusta el queso del McDonald (que dicen que lleva Opio) y la carne de las hamburguesas de Five Guys.
Me gusta viajar, me gusta estar en el aire, no me gusta que se me siente al lado alguien a quien le huele la axila. No me gustan los niños gritones en los aviones, me gusta la espera del avión, pero no la de la maleta.
Me gusta irme lejos y pensar que podría no volver y empezar una vida nueva en cada lugar que visito.
Me flipa viajar, reitero y comer, y comerme el país al que viajo. Me gustan sus acentos.
No me gusta cuando la gente no saluda al pasar por tu lado, me gusta escuchar y que me escuchen, pero no ser escuchado.
No me gusta la gente que no es transparente, pero me gusta equivocarme con ellos y reconocer que me equivoqué.
Me gustan los tacos el pastor, los de cochinilla, todo picante y que mi boca arda a jalapeño.
Me gustan los tatuajes y tatuarme, tinta en vena.
Me encanta Japón, Hello Kitty y el wasabi de raíz.
Pero sobre todo me encanta leer e identificarme con alguno de los personajes o elementos del libro.
Porque también es una forma de viajar, de descubrir y de soñar.
Por eso para mí la lectura cumple todos los requisitos de todos mis “Me Gusta”.