SINOPSIS
Aurora es joven, tiene trabajo, un círculo de amigas, vive sola en la ciudad, sale cuando quiere y se encama con quien quiere. Es decir, aparentemente la típica vida de una joven urbanita feliz, si no fuera por que en su existencia nada va como debería ir: su compañero de vida y de hipoteca la ha dejado, casi ni habla con sus amigas para no tener que explicarles cosas a las que no tiene muchas ganas de enfrentarse, y a su familia prefiere tenerla lejos, no sea que le reprochen que haya perdido a tan buen chico.
De modo que ha decidido no coger vacaciones y trabajar en plena canícula de agosto en una ciudad medio desierta, en una oficina a medio gas y viviendo en un edificio medio vacío.
Y por este solitario panorama corre Brais, ese niño superdotado que vive en la escalera y que no hay manera de quitarse de encima. También están los rolletes que recoge los sábados por la noche de la barra de cualquier bar y que le dejan tan mal sabor de boca, y las novelas eróticas que la entretienen o, quien sabe, la salvan.
Pero sobre todo está el elefante, ese elefante rosa en medio de la sala.
Con un sentido del humor extraordinario y un conocimiento del TOC de primera mano, Antía Yáñez nos cuenta la historia de Aurora, una chica a la que el lector querrá acompañar y salvar, y la de Brais, un niño encantador de familia desestructurada y con unas ganas locas de vivir. El elefante rosa es una novela sobre cómo ser adulto siendo milenial que aborda las enfermedades mentales e invita a tomarse la vida con humor.
OPINIÓN PERSONAL TRAS LA LECTURA
“No pienses en un elefante rosa” un libro de @yanezantia publicado por @contraluz_editorial
Que difícil es hablar de un libro, que por su dificultad… es tan necesario. Que crea ansiedad por saber.
Luchamos constantemente por una sociedad inclusiva, y desde aquí hago un llamamiento a todas las personas que tienen algo que ver con la vida mental de los niñxs que están en edad de entender: docentes, terapeutas, padres, bibliotecarixs, influen”c”tes*, y niñx con iniciativa propia y con dinero para gastar en educación, aparte de para un iPhone de nueva generación…
Desafortunadamente la salud mental, es un tema difícil de tratar, nuestra sociedad no está acostumbrada a que se les ayude a gestionar emociones.
Es por eso mismo que nuestro sistema de salud no tiene las medidas suficientes como para poder dar un buen tratamiento y con la constancia necesaria. Lo triste es que desde que tengo uso de razón, este problema persiste y todavía no he visto más remedio que algún cartel de apoyo en las marquesinas del autobús y una celebración para el 10 de octubre, es triste, y tanto como algunos de otra situación como los de enfermedades raras. Si nos unimos todos y nos damos de la mano, nos vestimos de violeta y de azul y ya podemos pintarnos la bandera de la Bi_enfermedadesrarasymentales.
Porque somos un país sumido en la ignorancia y la poca información de la salud mental, entre otros.
Una sociedad que, hasta no hace tanto, se reía de los locos y donde gente de cierta edad sigue pensando que ir al psicólogo es cosa de tarados.
Pero no se han parado a pensar lo difícil que es saber que algo te esta pasando, algo ahí dentro, debajo de la piel y del hueso y en la parte blandita tipo Slime*.
Que te desestabiliza, que en parte no entiendes y que no te deja vivir como el resto, porque hay veces que cuando la mente se desborda, se necesita a alguien que te acompañe para volver a vaciar las emociones un poquito y dejarla estable.
O simplemente enseñarte que lo que te pasa, no es nada que no le haya pasado a otra persona antes, que tienes que aprender a vivir con ello, pero que no estarás sola en el proceso.
Y el hablar de lo malo, también implica hablar de lo bueno, de esas lecturas necesarias, de las que te remueven y de las que te dan ganas de saltar de la silla para preguntar:
¿En qué o a quien podré ayudar hoy?
Y la primera respuesta que se te venga a la mente sea, a mi misma. Porque sin mí, no soy nadie*
Antía, Gracias por la tinta y la inspiración*
RESEÑA by Lara C. Cakmak (Best_22_Witches)