SINOPSIS
Stella Lane cree que las matemáticas son lo único que funciona en el universo. Utiliza algoritmos para predecir compras, un trabajo que le ha proporcionado más dinero del que sabe gastar y menos experiencia en el apartado de las citas que la media de cualquier treintañera. No le ayuda tener Asperger y que besar le recuerde a un pez piloto limpiando los dientes de un tiburón.
Por eso contrata al despampanante gigoló Michael Phan. Mitad sueco, mitad vietnamita, Michael no puede rechazar la oferta de Stella y accede a ayudarla y rellenar todas las casillas de su plan de lecciones amorosas, desde el juego previo hasta más allá de la postura del misionero…
Stella no solo aprende a apreciar los besos de Michael sino a anhelar el resto de sensaciones que le provoca.
Pronto su asociación sin sentido empieza a cobrarlo y el patrón que Stella descubre la convence de que el amor es la mejor clase de lógica.
OPINIÓN PERSONAL TRAS LA LECTURA
Ante todo, quiero decir que esta novela me ha sorprendido mucho, porque no esperaba la historia que escondía tras el telón de las palabras.
No suelo leer las sinopsis, porque como en las películas, me parece que dan demasiada información y es algo que como lectora me gusta descubrir.
Empezar una novela por los agradecimientos, te augura que vas a encontrar algo muy grande en el transcurso de la lectura y que por lo tanto te va a tocar la fibra.
Saber que la autora descubrió que padece “el síndrome de Aspergen” mientras escribía la historia, hace que el vello se te ponga de punta y te guíe en las sensaciones que a lo largo del libro vas a percibir. A veces los síndromes, aunque nos empeñemos en etiquetarlo, son rasgos de la personalidad en sí.
Y me ha parecido muy curioso, que esta rama del autismo se manifieste de manera tan distinta en los diferentes géneros.
Por lo tanto, es una novela de descubrimiento personal, de esas que me gustan tanto.
Y la autora Helen Hogan, hace la historia bonita, aunque a veces duela.
De la mano de Stella, nos vamos a adentrar en el descubrimiento del amor verdadero, uno que ella no ha conocido todavía a sus veintiséis años. Amante de la econometría, simétrica por costumbres, descubre que por mucho que intente separar su pasión por los números, el amor también está dentro de esa ecuación en la que ella vive su día a día.
Michael con un pasado del que no forma parte, pero que lo persigue, intentara evitar traspasar las barreras que tiene con Stella, ya que en principio el será su mentor en este nuevo descubrimiento del placer.
Le va a resultar difícil, cuando desde el primer momento se siente atraído por la fragilidad y sencillez de ella.
Un tira y afloja en el que ambos creerán no ser suficiente para el otro.
Una historia de amor romántico que, en más de una ocasión te dejará sin aliento, pero con ganas de chillarles de vez en cuando.
Deseando que Titania nos traiga la segunda parte de la trilogía.
Gracias por la tinta Helen*
RESEÑA by Lara C. Cakmak (Gipsyqueen