SINOPSIS
La primera novela ilustrada de Elisa Victoria, autora deVozdevieja yEl evangelio.
«A los trece años casi todas las opciones son malas. Aprieto el botón que corresponde a mi casa. Quisiera que mi madre me abriera la puerta sin decir nada porque sabe perfectamente que soy yo, pero a ella le gusta contestar, le gusta incluso poner voces, hacer chistes, demostrarle al barrio desde la cocina que ella no es una madre aburrida, que es una fiesta de espontaneidad y frescura, y con ello pone en riesgo mi integridad. En el fondo la comprendo, las estrictas normas que hay que seguir a mi edad para mantenerse a flote le parecen ridículas. Es verdad que lo son.»
Tiene trece años. Un día acabó Primaria con la promesa de reencontrarse con su pandilla, pero a la vuelta del verano no volvió a saber de ellos. Ahora quedan, fuman, visten raro y se comportan aún peor. No ha llegado a tiempo al cambio.
A veces, saca los muñecos, pero los esconde rápido debajo de la cama. También se mira al espejo, y se pregunta si alguien, algún día, querrá darle un beso. Y observa, siempre, incesantemente, mientras se apoya en el quicio de la ventana, que se le clava en la piel, a la vecina de enfrente, al otro lado de la calle, tan mayor y guapa y tan rebelde.
Hoy la pandilla le ha dejado caer que dé una vuelta con ellos. A lo mejor todo vuelve a ser normal. Quiere ir, pero no sabe qué ponerse, ni cómo hacer que no le suden las axilas, ni cómo disimular que es la tarde que más vértigo le da de su vida.
La primera novela ilustrada de Elisa Victoria describe con sencillez cada una de las dudas que conforman la preadolescencia. Un retrato bellísimo del crecimiento, la incomprensión y los momentos decisivos.
OPINIÓN PERSONAL TRAS LA LECTURA
“El quicio” de @elisita.victoria iluminado por @miis3riia publicado por la editorial @penguincomicses
Elisa es la genia que con su voz te transporta a la niñez. Tuve la suerte de descubrirla hace bastantes años ya con su primera novela “voz de vieja” y ya en ella, su pluma me enganchó. La naturalidad con la que narra hace que vuelvas a esa edad y puedas discutir con el personaje como te sentiste tú en ese preciso momento. Y estoy segura de que muchas nos sentimos como se ha sentido la protagonista de esta historia ilustrada.
Es una novela que en su sencillez se puede beber de una sentada.
Narra la escena cotidiana de una niña de doce más un año, contada en emociones, y mostrada con esperanzas y anhelos.
Describe esa importancia de la fase adolescente en la que solo necesitamos encajar.
Que bueno sería volver a mi yo de aquel tiempo y decirle: vívelo, pero no te preocupes en exceso. De todo esto solo quedan las memorias, y cuando creces se repiten las mismas escenas, lo único que cambia el escenario….
Elisa, gracias por la tinta*
RESEÑA by Lara C. Cakmak (Best_22_Witches)